La práctica de acosar, intimidar o humillar a un compañero de clase a través de los diferentes canales sociales de los que disponen los jóvenes es una práctica cada vez más común entre los adolescentes en España. Bullying, ciberbullying o grooming son palabras cada vez más comunes en los titulares de las noticias y una realidad que muchas familias viven en sus casas.

Por eso, desde nuestra correduría de seguros en Valencia, creemos conveniente darte más información al respecto para poder evitar así, en la medida de lo posible, que los casos de acoso sigan creciendo.

Ciberbullying o cómo destruir la vida de una persona a través de Internet

Solo en España ya hay 22 millones de usuarios activos en medios sociales. Pero, ¿sabías que, según un estudio sobre acoso escolar y ciberbullying de la Fundación ANAR, uno de cada cuatro casos de acoso escolar se hace a través de Internet?

Esto normalmente tiene que ver, en palabras de Benjamín Ballesteros, director de ANAR, “con la falta de madurez en edades tan tempranas y la poca capacidad para detectar los riesgos de llevar a cabo un determinado comportamiento con el dispositivo”.

Algunos datos sobre el ciberbullying

¿Cuál es el perfil de las víctimas?

Según el mismo estudio, el perfil de la víctima suele ser una mujer (7 de cada 10 casos), de familia convencional (con padre, madre y hermanos), de nacionalidad española (97%) y sin problemas económicos en casa.

Intervenir o detectar el problema es muy complicado, ya que el 75% de los jóvenes que sufren ciberbullying no se lo cuentan a nadie y si lo hacen, tardan más de un año en decidirse a contar la realidad que están viviendo.

¿Qué consecuencias tiene?

Este tipo de agresiones suelen tener consecuencias a largo plazo tanto en las víctimas como en su entorno más cercano. En el 92% de los casos, se sufren secuelas como ansiedad, tristeza, baja autoestima o soledad. Y además, el 10% ha tenido pensamientos suicidas, conductas autolesivas e incluso intentos de acabar con su vida.

¿Qué podemos hacer frente al ciberbullying?

La comunicación es muy importante para intentar evitar y detectar este tipo de problemas. Generar una relación de confianza permitirá que los jóvenes se sientan seguros y abiertos a compartir con sus familiares y profesores los posibles casos de acoso a través de su dispositivo móvil o las redes sociales.

Ante este creciente (y mal) uso de Internet y de las redes sociales, es fundamental sensibilizar a la población y, sobre todo, aumentar nuestra protección con seguros específicos que garanticen la seguridad de nuestros hijos y la gestión judicial relativa al uso malintencionado de las redes en situaciones de ciberbullying o daño reputacional.

¿Te gustaría saber cómo proteger a tu familia? Haz clic en el siguiente vídeo y pídenos información.